Soy madre y siempre me ha preocupado el tiempo que mi hijo pasa conectado. Cada vez era más difícil controlar el uso de su celular e internet en casa. Estudios demuestran que los niños brasileños pasan «casi cuatro horas al día en sus celulares», y con tanta conectividad, es importante estar al tanto de riesgos en línea como la pornografía, los depredadores y el ciberacoso. Con todas estas amenazas en mente, comencé a buscar una solución de control parental.
Durante una de estas sesiones de investigación, encontré una aplicación llamada FlashGet Kids: Control Parental, que prometía ayudar a padres como yo a monitorear remotamente los celulares de sus hijos de forma exhaustiva. Según la descripción oficial en la tienda de aplicaciones, es «un software integral de control remoto para padres», lo que significa que, con una sola cuenta, podía rastrear la ubicación de mi hijo y conocer sus actividades en línea. Esto me llamó la atención porque parecía justo lo que necesitaba para garantizar una mayor seguridad sin comprometer por completo su privacidad.

Encontrar FlashGet Kids
Mientras investigaba herramientas de control parental, leí varias recomendaciones de aplicaciones y extensiones. Muchas eran confusas o incompletas, pero FlashGet Kids parecía tener buenas valoraciones y reseñas de usuarios satisfechos. Decidí leer la descripción completa en Google Play y el sitio web oficial. Decía que, además de rastreo de ubicación en tiempo real, también ofrecía gestión del tiempo de pantalla, bloqueo de aplicaciones y cámaras remotas. Por ejemplo, la descripción en portugués de la aplicación indica que ayuda a mantener a los niños alejados de peligros como «pornografía, estafas y acoso». Me pareció muy importante precisamente porque una de mis mayores preocupaciones era que mi hijo accediera a contenido inapropiado. También sabía que estos programas pueden ayudar a fomentar el diálogo sobre seguridad en línea, en lugar de simplemente prohibirla. Decidí instalarla para probarla: primero, descargué la aplicación «Padres» en mi teléfono y luego la versión «Niños» en el suyo.
Instalación y configuración de la aplicación
La instalación fue muy sencilla. Como se indica en la guía de FlashGet Kids, simplemente instalé la app en mi teléfono, creé una cuenta rápida y la conecté al teléfono de mi hijo. Seguí los pasos: instalé FlashGet Kids for Parent en mi dispositivo y creé mis credenciales; luego, instalé FlashGet Kids for Child en su teléfono.
La app me pidió un código de conexión (que copié de la app para padres) y, tras introducirlo en el teléfono de mi hijo, ambos se vincularon. El proceso fue intuitivo: como indica la documentación de la app, simplemente «instala en tu teléfono, conéctate al dispositivo de tu hijo mediante un enlace o código y vincula tu cuenta». En cuestión de minutos, el sistema estaba activo y su dispositivo aparecía como monitorizado en mi app. Concedí los permisos necesarios (acceso a ubicación, cámaras, notificaciones, etc.) según las instrucciones en pantalla, y FlashGet Kids comenzó a recopilar datos de uso en tiempo real.
Características que marcan la diferencia
FlashGet Kids tiene muchas funciones útiles, pero algunas han sido esenciales para mí en el día a día:
- Seguimiento de ubicación en tiempo real:
Con la ubicación en vivo de la aplicación, puedo ver dónde está mi hijo en cualquier momento. Muestra la posición exacta de su teléfono en un mapa y me permite configurar geocercas. De esta forma, recibo una alerta cada vez que entra o sale de una zona predefinida (por ejemplo, la escuela o el barrio). Esta función me ha dado mucha tranquilidad: si no encuentro a mi hijo o tarda en responder, puedo abrir la aplicación y comprobar si va de camino a casa. - Cámara remota y audio unidireccional:
Esta función me sorprendió por su utilidad. Puedo activar remotamente la cámara frontal o trasera de su teléfono y ver su entorno en tiempo real. La aplicación también me permite escuchar sonidos ambientales (audio unidireccional). Es como estar presente incluso cuando no estoy presente, lo que me ayuda a identificar situaciones de riesgo (por ejemplo, si está en un lugar desconocido o rodeado de desconocidos). La descripción oficial destaca que estas herramientas ayudan a identificar y comprender el entorno de los niños en tiempo real. Solo los he usado un par de veces hasta ahora, pero el solo hecho de saber que puedo hacerlo me da más seguridad. - Gestión del tiempo de pantalla:
Con la función de tiempo de pantalla, puedo limitar el tiempo que mi hijo pasa en su teléfono o tableta cada día. La aplicación registra el uso de cada aplicación y actividad (como videos, juegos, chats) y me permite establecer horarios de uso permitidos. Por ejemplo, restringí el uso de su teléfono después de las 9 p. m. o durante las horas de estudio. En la configuración, usé el control de tiempo de pantalla integrado de FlashGet Kids, que me permite establecer límites diarios y ver informes de uso. Esto me ayudó a inculcar mejores hábitos; ahora hablamos antes de que use el teléfono en exceso. - Bloqueo de aplicaciones:
Una herramienta importante fue el bloqueador de aplicaciones. Lo uso para seleccionar aplicaciones específicas para bloquear o limitar: por ejemplo, bloqueé el acceso a juegos después del tiempo permitido y restringí las aplicaciones de redes sociales durante la semana. El bloqueo funciona bien; cuando se alcanza el límite de tiempo que establecí, la aplicación impide que se abra la actividad. Según el sitio web de FlashGet, ofrece servicios de gestión y bloqueo de aplicaciones, y en la práctica, me ayudó a evitar que pasara horas jugando sin darse cuenta. - Notificaciones y visualización de mensajes:
FlashGet Kids sincroniza las notificaciones del teléfono de mi hijo con mi dispositivo. Esto me permite ver alertas y mensajes de redes sociales (como los chats de WhatsApp) en tiempo real. No leo todo su contenido personal, pero puedo identificar cuándo aparece un mensaje extraño o amenazante (como mensajes de ciberacoso o intentos de estafa). Esta función de notificaciones hace que la monitorización sea más sutil: a menudo descubro alertas para palabras clave (como «acosador» o «adulto»). La propia empresa afirma que esta función ayuda a mantener a los niños «alejados del ciberacoso y las estafas en línea». En resumen, me permite estar al tanto de lo que hablan, lo que facilita la detección de riesgos sin invadir completamente su privacidad.
Beneficios en la vida cotidiana

Usar FlashGet Kids en nuestra vida diaria nos ha traído beneficios reales. El mayor beneficio ha sido la tranquilidad. Saber que puedo localizar a mi hijo en cualquier momento o comprobar rápidamente su bienestar alivia muchas de las ansiedades cotidianas. Por ejemplo, lo estaba esperando fuera del colegio y, como vi en la app que había salido del edificio, supuse que iba caminando hacia la parada del autobús. Al ver que tardaba más, abrí la app y confirmé que estaba un poco más lejos: era hora de sonreír con alivio, sin preocuparse. Incluso la propia empresa destaca esta ventaja: rastrear la ubicación de tu hijo «da tranquilidad y alivia las preocupaciones».
Además, la aplicación se ha convertido en un detonante para conversaciones importantes. En lugar de simplemente estar pendiente de mi hijo, he podido usar la información de FlashGet Kids como punto de partida. Por ejemplo, si noto que ha estado jugando demasiado tiempo, hablo de equilibrio y establecemos límites. Si recibo una notificación sobre una conversación extraña en una aplicación de mensajería, le explico la importancia de tener cuidado con desconocidos en línea. Mantener este diálogo abierto es esencial: los expertos señalan que «mantener un diálogo abierto» sobre las actividades digitales ayuda a identificar cualquier incomodidad o problema que experimente un niño desde el principio. De esta manera, la supervisión se convierte en una herramienta educativa, no solo punitiva.
En cuanto a la seguridad, FlashGet Kids ayudó a prevenir riesgos reales. Una de mis preocupaciones era la exposición a contenido inapropiado. Gracias a los filtros y alertas de la aplicación, ya hemos bloqueado varios de sus intentos de acceder a sitios web o vídeos inapropiados. También noté que la aplicación informa sobre patrones de uso sospechosos; por ejemplo, me avisa cuando mi hijo encuentra un nuevo contacto desconocido o recibe muchos mensajes de alguien. Esto me permitió intervenir rápidamente y hablar sobre estafas o comportamientos inapropiados. En resumen, la aplicación cumple su promesa: mantener a los niños alejados de peligros como la pornografía, las estafas y el acoso escolar. Con su ayuda, toda la familia se ha vuelto más consciente y hemos sido más transparentes sobre cómo navegar en línea de forma segura.
Consejos para otros padres
Basándome en mi experiencia, tengo algunos consejos para aquellos que recién comienzan a utilizar una aplicación de control como esta:
- Sé transparente con tu hijo:
explícale por qué usas la aplicación. Dile que es para protegerlo, no para espiarlo. Como recomiendan los expertos en seguridad digital, es fundamental establecer reglas claras con tus hijos. Le dije a mi hijo que queríamos usar esta herramienta porque nos importaba y acordamos juntos qué se supervisaría. Este diálogo cuenta con el apoyo de expertos: Open English nos recuerda que es importante hablar sobre los riesgos en línea y animar a los niños a hablar cuando se sientan incómodos con algo en línea. - Usa las funciones de forma equilibrada:
el control parental no debería ser sinónimo de vigilancia las 24 horas. Para mí, lo ideal era combinar confianza y supervisión. Limité el tiempo de pantalla y las aplicaciones, pero siempre lo hablé. Ocasionalmente, le permito más libertad (por ejemplo, los fines de semana), para que sienta que confío en su responsabilidad. La propia documentación de FlashGet Kids enfatiza que, si bien es responsabilidad de los padres proteger al niño, es importante hablar de ello y establecer límites y respetar su privacidad. Por lo tanto, no ocultes las contraseñas en tu teléfono; al contrario, es mejor llegar a un acuerdo mutuo. - Aprovecha los informes y alertas:
la aplicación genera informes de uso diario que facilitan la comprensión de los hábitos digitales. Consejo: Reserva un momento semanal para revisar estos informes juntos. Muéstrale a tu hijo cuánto tiempo pasa en línea en comparación con el tiempo que pasa estudiando o jugando. Así, podrá ser más consciente y sugerir ajustes. En nuestro caso, esto les hizo esforzarse más para completar sus tareas escolares antes de dedicar más tiempo a los videojuegos. - Combínalo con otras prácticas de seguridad:
una aplicación no reemplaza el sentido común. Sigo hablando de peligros como los depredadores en línea y recomiendo compartir contraseñas (¡muy diferentes a las mías!) y usar contraseñas seguras. Instalar FlashGet Kids ha facilitado la restricción de contenido, pero también mantenemos filtros de contenido en los navegadores y hablamos de privacidad. Como señala el equipo de Malwarebytes, mantener un entorno libre de prejuicios anima a los niños a compartir sus miedos y experiencias en línea. En otras palabras, la app es sólo una herramienta más, pero el vínculo de confianza y comunicación es fundamental para que realmente funcione.
Equilibrio y respeto a la privacidad
Es importante recordar que toda esta supervisión debe ser equilibrada. Aunque FlashGet Kids da acceso a una gran cantidad de datos, uso cada función con cuidado. Evito revisar mensajes privados o usar la cámara innecesariamente. Cuando activamos la cámara remota, por ejemplo, le aviso a mi hijo para que sepa que estoy atento y pueda dar su consentimiento. Esta precaución está alineada con la propia aplicación: en las preguntas frecuentes, recalcan que, además de proteger la aplicación, es responsabilidad de los padres «hablar con sus hijos antes de usar FlashGet Kids» y establecer límites que respeten su privacidad.
Mi hijo y yo acordamos que podía ver información importante (como la ubicación y las notificaciones de alerta), pero que respetaba su privacidad en lo que respecta a asuntos privados (como fotos personales). Esto le permitió sentirse parte del proceso, lo que generó más confianza entre nosotros. En definitiva, el objetivo es proteger, no traicionar la confianza: como dice un dicho popular: «Protejo porque amo», no porque quiera invadir. Con este equilibrio, puedo supervisar sin socavar su autonomía.
Conclusión: Recomiendo FlashGet Kids
En resumen, mi experiencia con FlashGet Kids ha sido muy positiva. La app me ofrece herramientas robustas que uso a diario y me da mayor tranquilidad. Ahora tengo información concreta sobre dónde está mi hijo, qué hace en el móvil y durante cuánto tiempo, y esto me ha servido como punto de partida para conversaciones educativas. Gracias a la app, ya hemos podido evitar problemas y adaptar nuestra rutina familiar de forma saludable.
No lo soluciona todo por sí sola (por supuesto, requirió diálogo, paciencia y reglas), pero nos facilita mucho la tarea como padres. Recomiendo FlashGet Kids sin reservas a otros padres que, como yo, quieran proteger a sus hijos sin perder la confianza en ellos. Con responsabilidad y sentido común, puede ser un gran aliado para mantener a los pequeños seguros en el mundo digital.

